Jasmin et Cigarette

Era la época de los estudios Harcourt.... ver más

Era la época de los estudios Harcourt. Greta Garbo y Marlene Dietrich magnetizaban a los hombres sobre un fondo en blanco y negro, cigarrillo en mano y remolinos de Hollywood en la mirada.

Jazmín y Cigarrillo es también el perfume de la piel de una mujer, ligeramente jazminada, que expone su frescura a la opaca seducción de la noche. Atmósferas ahumadas. Es el recuerdo de un deseo, de una huella indeleble dejada por ella al amanecer en una prenda y en la memoria del hombre que la amó.

Es la elegancia à la Gainsbourg, la mujer gitana-fumadora de los 80 que afirma su erotismo como otras se ponen los vaqueros, con una naturalidad que confunde. Transparencia en la sofisticación, una sugerencia de jazmín mezclada con el aroma de los cigarrillos, hasta ahora olvidado en perfumería. Se trata del claroscuro, de lo prohibido, de la adicción. De la mujer nicotina a la mujer heroína, busca el icono. Habita en la memoria de una carencia.
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